El establecimiento de una tipología de valores humanos debe tomar en cuenta dos momentos principales. En primer lugar, el conjunto de las distintas esferas fundamentales de la vida social en la cual se desenvuelve el individuo en un momento y en un lugar determinado. Aquí hay que tener en cuenta las complejidades sociales que involucran a la actividad humana en condiciones determinadas de su desarrollo, de manera que el individuo pueda asumir adecuadamente las significaciones sociales positivas que les brinda el medio social en el que él se despliega. En segundo lugar, hay que tener presente la correlación entre todo aquello que existe objetivamente como condiciones del medio social y los intereses, las aspiraciones, los motivos que impulsan al individuo a actuar en ese medio, que es lo que conforma el factor subjetivo. Estos indicadores metodológicos pueden intervenir como fundamento o base del proceso de fortalecimiento de valores en cualquier escenario social y es especialmente significativo en la conducción del proceso formativo en las instituciones educacionales.