Un interés creciente en la desigualdad social y económica dentro de las ciencias sociales coincide con una proliferación de datos y hallazgos de investigación a partir de encuestas transversales –tanto nacionales como regionales- disponibles básicamente en países de mayor desarrollo. Con ello se hace necesaria la interpretación cuidadosa y crítica de datos y técnicas utilizadas en análisis de la distribución del ingreso. Del coeficiente Gini -tan sensible a decisiones metodológicas- se argumenta que elementos subjetivos regularmente se involucran en la interpretación de sus magnitudes absolutas y cambios intertemporales (Moran, 2003).