Esta es una investigación aplicada en la que se sometió a prueba la hipótesis de que la violencia familiar es factor explicativo del involucramiento de los alumnos de secundaria en actividades de violencia escolar (Bullying). El estudio encontró una alta correlación entre el nivel de violencia familiar que vive el estudiante en su hogar y su participación ya sea de manera activa, pasiva (como víctima) o como testigo del bullying en su escuela. Los alumnos que viven violencia en su hogar son más propensos a participar en bullying pasivo que en bullying activo.